El engaño romántico

No existe nadie en el exterior que pueda completarnos ni hacernos felices, sin embargo seguimos esperando algún rescatador que pueda salvarnos

Como en las comedias románticas siempre he tendido a pensar que en la vida las cosas acaban bien y, como dice un dicho popular, sino es así es que aún no han acabado. Y aún lo sigo pensando aunque me gustaría matizarlo.

La vida nos deja salirnos con la nuestra si antes hemos hecho los “deberes”; y con ello quiero decir hacer lo correcto, mirar hacia dentro de uno mismo.

Mirar hacia afuera, poner nuestras expectativas en el mundo exterior y esperar que se cumplan es en vano. Las expectativas externas están destinadas a verse frustradas porque el funcionamiento interno de las cosas es distinto.

El mundo externo no es un lugar sólido y consistente sino que funciona sólo a modo de espejo. El trabajo de nuestra vida tiene que hacerse en el interior; esforzarse demasiado ahí fuera es mucho menos práctico.

El romanticismo es la proyección de una carencia interna que quiere ser subsanada con alguien externo y por su propia naturaleza está destinado a fracasar de forma estrepitosa.

Los espejos solo reflejan, no dan nada. No existe nadie en el exterior que pueda completarnos ni hacernos felices, sin embargo seguimos esperando algún rescatador dándonos una y otra vez de bruces contra el espejo de nuestra realidad.

¿ Tenemos que dejar entonces de creer en la magia? ¿Tenemos que dejar de esperar lo mejor? En absoluto, lo mejor no sólo puede llegar sino que llegará pero nunca desde fuera. Lo mejor viaja contigo toda tu vida pero no lo ves hasta que te decides a abrirle la puerta a tu ser auténtico.

Dentro de ti hay magia, tesoros escondidos, abundancia ilimitada… pero para encontrar todo eso hemos de ganar conciencia de nosotros mismos y de nuestro presente, adentrarnos en la jungla de nuestros miedos y superarla. Mientras continuemos esperando a príncipes o princesas que nos rescaten de nuestra miseria la historia acabará mal.

El final de las comedia románticas puede ser el principio de una historia amarga, si ponemos las expectativas de felicidad en otra persona.

Nadie puede hacernos felices si no lo somos por nosotros mismos. De nada sirve buscar el amor ahí fuera, ahí fuera no hay nada que no tengamos ya. Todo lo que busques en la vida búscalo primero en ti y tienes el éxito asegurado pero no salgas al mundo esperando que éste te de algo de lo que careces pues no sucederá.

El mundo así entendido te hará volver una y otra vez sobre tus pasos y regresar a ti mismo, cualquier apoyo te será sustraído; te parecerá cruel pero la vida solo pretende mostrarte que el amor, la plenitud y la riqueza ya están en ti.

No te empeñes en golpearte contra tu propio reflejo. Mira en ti, el final feliz está mucho más cerca de lo que nunca imaginaste.

Maite Bayona

Pd 1: En el libro Artesanía del Amor, cómo sanar el apego y la dependencia emocional encontrarás tips y reflexiones para hacer el trabajo interno que te reflejará luego el amor en el mundo.

Pd 2: ¿ Has comprobado por ti mismo/a que el amor que te das a tí mismo/a se refleja después en el mundo? ¿ Cuál es tu experiencia con el romanticismo? ¿ Qué opinión tienes de él? Muchas gracias por participar y compartir tu opinión al respecto.