La vida sencilla

La vida sencilla

Si no estamos,

Y no solemos estar,

Nos perdemos en los deseos que aún han de cumplirse,

En las luces lejanas de la vida que llevaremos cuando tengamos suficiente de esto o aquello,

juzgando e interpretando el mundo,

Cortando sin piedad todo rastro de júbilo.

 

La vida sencilla sucede siempre en el no juicio,

En aceptar que todo tiene que ser así,

En no discutir con las cosas

Y en aceptar que para poder ver otra realidad hay que rendirse a esta tal y como es.

 

Necesitamos grandes placeres para sentir lo que no sentimos cuando no estamos aquí,

Pero estos pasan raudos dejando una estela acibarada.

Hilvanada de respiraciones conscientes la vida sencilla nos colma, al contrario, de una calma seguida,

De una alegría callada sin rastros amargos,

De un gozo que desluce cualquier insinuación placentera.

 

Y es que menos es mucho más.

Cuando habitamos los espacios vacíos de nuestra conciencia crece la dulce sustancia que es fruto de la presencia.

Aquí en esta vida sencilla no puedo perder nada porque nada es mío;

Mi cuerpo, mi historia, mis cosas…. Ni siquiera mi vida me pertenece.

El dolor de vivir a través de la mentira tampoco es mío,

Ya no soy más aquello que me pasó ni nada de lo que otros creyeron ver en mi,

Ya no soy nada.

 

Sin embargo es ahora en esta vida sencilla cuando de verdad empiezo a ser.

 

La vida se complica cuando miramos a través de los ojos de la persona que creemos ser,

Pero sin persona ni personaje la vida se vuelve simple,

y la simpleza trae discernimiento.

 

Esta simplicidad me aplaca las ganas de hablar,

Me baja el ritmo de las palabras y el compás de la respiración,

Entonces comunico porque soy,

Pero no necesito comunicar para ser.

No necesito nada para ser, solo ser.

 

Esta presencia se lleva lejos todas las palabras huecas y malgastadas y me obliga a permanecer en silencio; luego las transforma y les da sentido,

 

Y huyo del desorden del mundo, que pierde el sentido en pasos alternos

Me dolía no ser nadie para quien yo amaba.

En realidad me dolía el yo.

No ser nadie no duele nada,

Solo llena todos los espacios vacíos en los que la vida queda agujereada por la falta de sentido.

 

Con cariño,

Maite Bayona

Pd1: Este escrito pertenece a un libro de prosa mística que tengo a medio escribir llamado Más allá de las palabras, si te ha gustado puedes indicarlo en comentarios así me animo a acabarlo….;-))

Pd2: ¿ Qué te sugiere el texto? ¿ Has experimentado con tener una vida más sencilla para ser más feliz? Muchas gracias por enriquecer el texto dejando tu comentario y sensaciones más abajo…;-))