Color esperanza (creer que se puede)

La mente juega un papel crucial en el modo en que percibimos la vida.

Siete de la mañana. Conduzco en dirección a Barcelona mientras observo por la carretera un cartel de anuncios con una pantalla que muestra los titulares de las noticias. Me quedo atónita y pienso a dónde va a llegar la invasión de la información.

Justo acabamos de despegar los párpados y ya nos llegan por todos lados noticias que nos muestran casi siempre el peor lado de la realidad, como si nada bueno ocurriese en el mundo: crisis, desahucios, guerras, muertes…. Acabamos apartando los ojos de la pantalla con una terrible sensación de desolación.

Intuyo lo negativo de creer que eso es todo lo que hay, todo lo que es el mundo. Focalizarnos solamente en lo catastrófico no va a transformar nuestro mundo en un lugar mejor. Al contrario, sería mucho más beneficioso si los noticiarios mostrasen las buenas noticias que también suceden a diario; a la gente que invierte su energía positiva en proyectos de mejora que nos ayudan a salir de las crisis.

Tenemos que ayudar a la mente a ver la luz al final del túnel. La mente juega un papel crucial en el modo en que percibimos la vida. Si creemos que se puede al final se puede, estoy convencida.

Si tras ver las noticias quedamos sumidos en la depresión y el desconsuelo no lo tendremos más fácil. Necesitamos creer que se puede salir de una crisis, que el ser humano puede reinventarse, pensarse diferente, necesitamos imaginar un mundo más solidario, pacífico y sostenible.

No quiero resignarme a pasar el día mirando noticias de guerras crueles. Prefiero imaginar un mundo mejor y tomar acción en esa dirección.

El mensaje de las noticias debería ser: se puede, un mundo mejor es posible. La mente necesita ver la dirección hacia la cual moverse. Si el ser humano pierde la fe lo pierde todo. No hay nada más poderoso que creer que se puede. Esta idea llevó a los supervivientes de los Andes hace más de treinta años después de 72 días perdidos en un desierto de frío y nieve a encontrar el camino de vuelta a casa.

Todo es posible si logramos visualizarlo, no necesito que ningún noticiario me inculque la idea día tras día de que no hay salida. Juntos podemos dar un paso más hacia un mundo menos egoísta, más generoso y más habitable si no dejamos que nos invada el pesimismo.

Todo es posible si no nos abandona la fe.

Con cariño,

Maite Bayona

Pd 1: El libro El goce de las pequeñas cosas te ayuda a ver esas pequeñas cosas que hacen grande tu vida y la pintan color esperanza. 

Pd 2: ¿ Crees que con fe todo es posible? ¿ Has comprobado en tí mismo/a lo diferente que se muestra el mundo según el tipo de pensamientos que tienes? ¿ Cuál es tu opinión referente a ver la vida de color esperanza?. Muchas gracias por participar y dejar tu opinión abajo.