Un antiguo indio Cherokee dijo a su nieto:
Hijo mio, dentro de cada uno de nosotros hay una batalla entre dos lobos. Uno es Malvado. Es la ira, la envidia, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras y el ego. El otro es Benévolo. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la bondad, la empatía, la verdad.
El niño pensó un poco y preguntó:
¿Abuelo, que lobo gana?
El anciano respondió:
“El que alimentas”
La vida es nuestro bien más preciado pero a veces no sabemos darle el valor que se merece y es la muerte la encargada de mostrárnoslo.
Cada día más personas parecen sumarse a la tendencia de vivir con más conciencia y sentido: yoga, meditación, mindfulness etc.. Personas que se esfuerzan por dar lo mejor de sí mimas, por sanar su corazón y abrirlo a los demás. Por otro lado, las noticias nos muestran la otra cara de la realidad: la falta absoluta de conciencia, la ceguera, el fanatismo, la sinrazón, el miedo, el terror...
Aunque ahora parece tocarnos más de cerca, la muerte siempre ha estado ahí, las guerras no han cesado ni un instante en todo el planeta desde que el hombre es hombre… La incertidumbre de vivir es un hecho cada día, aunque tras los desgraciados sucesos de Paris ahora nos lo parezca mucho más.
La mente humana está enferma y necesita urgente sanación. Hace tiempo que nuestra psique se ha vuelto disfuncional y ha entrado en la locura, afirma Eckhart Tolle en sus charlas.
Nadie nos garantiza que este no sea nuestro último día en la tierra. Contemplar la muerte puede ayudarnos a entender que no necesitamos más tiempo sino más profundidad a la hora de vivir la vida, que hemos caminado mil veces por la misma calle pero pocas veces le hemos prestado verdadera atención, que no tenemos que cambiar nuestra vida, sino solamente la forma en qué la vivimos.
Para el que se va, cada momento cuenta, cada impresión de los sentidos… el caso es que todos nos estamos yendo de la vida… pero solo lo vemos cuando la muerte descorre el velo de la ilusión.
La muerte, implacable, se lleva todo en un segundo y nos muestra lo absurdo de aferrarnos a nada y la imposibilidad de tener seguridad o certezas. Por otra parte, también ella nos descubre lo esencial y nos hace olvidar mezquindades y mostrarnos más unidos y generosos con los demás.
Los hechos vividos en Paris son espantosos, una crueldad absurda que nos empuja hacia el miedo. La vida es hoy un poco más incierta pero vivir con miedo no mejora la situación.
Si algo bueno podemos sacar de la muerte es que nos muestra lo preciosa que es la vida.
No podemos despertar el corazón de los que parecen no tenerlo, solo podemos cambiar el nuestro. Estoy convencida de que la victoria será nuestra si no perdemos la compasión sino que la incrementamos hacia los que matan y mueren sin razón y hacia los que, incapaces de ver y sentir, menosprecian y nos arrebatan el don más precioso que tenemos.
Con cariño,
Maite Bayona
Pd 1: El libro La Cazadora de instantes es un bello alegato al valor que tiene cada instante, un recordatorio y un acicate para no perdernos ningún instante de nuestra preciosa vida.
Pd2: ¿ Qué te sugiriere el texto? ¿ Siéntes que dentro de ti también hay dos lobos luchando por ganar la batalla? ¿ Quieres compartir alguna experiencia que te haya hecho entender lo preciosa que es la vida? Gracias por compartir, tus opiniones nos enriquecen a todos.
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